El alquiler de una vivienda es una operación importante para las dos partes implicadas, el propietario y el inquilino. En el caso de los propietarios, la preocupación principal es asegurarse de que el inquilino tiene la capacidad económica de pagar la renta y cumplir con sus obligaciones. Y, para ello, es recomendable que realicen un estudio de solvencia del inquilino antes de firmar el contrato del alquiler. Si quieres saber en qué consiste exactamente y cómo puedes hacerlo de un modo eficaz, aquí te damos las claves.

¿Qué es un estudio de solvencia para el alquiler?

El estudio de solvencia para el alquiler es un análisis que se realiza sobre las finanzas y las capacidades de un inquilino potencial. El objetivo de este estudio es comprender si el futuro arrendatario cuenta con los ingresos suficientes como para afrontar el pago mensual de la renta, y si la cantidad que supone esta mensualidad supone un porcentaje determinado de sus ingresos.

En los estudios de solvencia, los propietarios suelen tener en cuenta los tres siguientes puntos:

• Los ingresos del inquilino: cuanto más altos sean los ingresos del inquilino, menor será la probabilidad de impago.
• Los gastos del inquilino: cuanto más bajos sean los gastos del inquilino, mayor será su capacidad de ahorro para hacer frente a los pagos del alquiler.
• El historial de pagos del inquilino: si el inquilino tiene un historial de impagos, es más probable que incumpla con sus obligaciones de pago en el futuro.

¿Por qué conviene hacer un estudio de solvencia del inquilino?

Las principales razones por las que los propietarios deberían hacer un estudio de solvencia de su inquilino son las siguientes:

• Para reducir el riesgo de impago. El impago de la renta es una de las principales preocupaciones de los propietarios. Un estudio de solvencia bien realizado puede ayudar a identificar a los inquilinos que tienen mayor probabilidad de no pagar el alquiler.
• Para proteger sus intereses. El propietario tiene derecho a recibir los pagos de la renta puntualmente y a que el inquilino cumpla con las demás obligaciones del contrato de alquiler. Un estudio de solvencia puede ayudar al propietario a proteger sus intereses y evitar problemas futuros.
• Para tomar una decisión informada. El propietario debe tomar una decisión informada sobre a quién alquilar su vivienda. Un estudio de solvencia puede proporcionar información valiosa para tomar una decisión acertada.

¿Qué información puede solicitar un arrendador para conocer la solvencia del inquilino?

Para conocer la solvencia del inquilino, el arrendador puede solicitarle la siguiente información:

• Documentación personal: ya sea el DNI, el NIE o el pasaporte. Esta documentación acredita la identidad del inquilino.
• Documentación laboral: como un contrato de trabajo, las nóminas de los últimos tres meses y la declaración de la Renta del año anterior. Con esto, el arrendador podrá conocer los ingresos del inquilino.
• Documentación bancaria: sirve un certificado de saldo o un extracto bancario de los últimos tres meses, con los que el propietario obtiene más información sobre los gastos que el inquilino tiene comprometidos.
• Referencias de otros propietarios: si el inquilino ya ha vivido en otros pisos de alquiler, el arrendador puede solicitar referencias de sus antiguos caseros, con las que conocer el historial de pagos del inquilino.
• Investigación del inquilino: el arrendador también puede realizar una investigación del inquilino para conocer su comportamiento en anteriores alquileres. Esta investigación se puede realizar mediante una consulta al registro de morosos del alquiler, así como a través de referencias de otros propietarios o de empresas especializadas en la gestión de alquileres.

En el caso de que el inquilino sea un trabajador autónomo, la información que se puede solicitar se suele limitar a la declaración de la renta o a las declaraciones trimestrales de presentación de impuestos.

¿Cómo se puede comprobar la solvencia de un inquilino que no trabaja?

También puede suceder que el inquilino no esté trabajando o sea estudiante. En estos casos, el arrendador puede solicitarle la siguiente documentación:

• Documentación de los padres o tutores: en esto se incluyen el DNI, NIE o pasaporte, contrato de trabajo, las nóminas de los últimos tres meses y la declaración de la Renta del año anterior. Esta documentación acredita la identidad y los ingresos de los padres o tutores del inquilino.
• Documentación de la institución educativa: como el certificado de matrícula, un certificado de notas, y un documento acreditativo de la beca o ayuda económica que reciba.

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En HousingAnywhere te lo ponemos más fácil. Con el servicio de mensajes de nuestra plataforma, los inquilinos pueden subir los documentos que requieras para certificar su solvencia, con la mayor celeridad y comodidad.

¿Qué es el certificado de inquilino no moroso?

El certificado de inquilino no moroso es un documento que acredita que el inquilino no tiene deudas pendientes con otros propietarios. Este certificado se puede solicitar en el Fichero de inquilinos morosos, un fichero que contiene información sobre las personas que han incurrido en morosidad con sus alquileres a nivel nacional.

El certificado de inquilino no moroso es un documento importante para los propietarios a la hora de alquilar su vivienda. Un inquilino que tiene un certificado de inquilino no moroso tiene menos probabilidades de incumplir con sus obligaciones de pago. Por ello, el propietario puede solicitar este certificado al inquilino como parte del proceso de selección.

Para solicitar el certificado de inquilino no moroso, el inquilino debe aportar la siguiente documentación:

• Documentación personal: DNI, NIE o pasaporte.
• Documentación de la vivienda: contrato de arrendamiento o documento acreditativo de la propiedad.

Consejos para los propietarios

El certificado de inquilino no moroso es una herramienta importante para los propietarios a la hora de evaluar la solvencia del inquilino. El certificado acredita que el inquilino no tiene deudas pendientes con otros propietarios, lo que indica que tiene una buena capacidad de pago. Pero es importante tener en cuenta que el certificado no es una garantía de que el inquilino no incumplirá con sus obligaciones de pago.

En el caso de inquilinos internacionales, la información que exista en las bases de datos a las que acuden los certificados de inquilinos no morosos puede no estar completa, sobre todo si no han tenido contratos de alquiler previos en España. En estos casos, la alternativa para certificar su solvencia podrán ser otros documentos laborales, bancarios, etc.

En conclusión, lo más recomendable para el propietario es evaluar todos los factores posibles, como los ingresos y gastos del inquilino, su historial de pagos y sus referencias, antes de tomar una decisión sobre su idoneidad como inquilino.

A modo complementario, puede contratar un seguro de impago del alquiler, con el que puede cubrir escenarios imprevistos y evitar los riesgos en su inversión inmobiliaria. Y, claro está, también es recomendable contar con la ayuda de una plataforma de alquiler como HousingAnywhere, que facilita los trámites y la gestión de la documentación para los propietarios.

Este es un artículo meramente informativo. Para mayor seguridad, consultar con un abogado especializado o con las autoridades competentes.