Seguros de impago de alquiler para propietarios

En este artículo descubrirás en qué consiste el seguro de impago de alquiler y cómo puede proteger tu inversión como propietario de viviendas de alquiler.

Carlos

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Actualizado el 29 ene 2024

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Prealquiler

El alquiler de viviendas es una fuente de ingresos invaluable para muchos propietarios. Sin embargo, junto a los beneficios financieros que se obtienen por esta vía, aparecen otras preocupaciones legítimas derivadas de los riesgos asociados al arrendamiento de inmuebles. Uno de los recursos más eficaces para protegerse contra estos riesgos y alquilar un piso sin preocupaciones son los seguros de impago de alquiler.

En este artículo, profundizaremos en este tipo de coberturas, sus características, sus costes y en cómo pueden ayudar a los propietarios a proteger sus inversiones si están pensando en alquilar su piso.

El seguro de impago de alquiler es una póliza que protege económicamente a los propietarios frente a inquilinos que no pagan el alquiler o causan daños económicos o físicos. Muchos propietarios recurren a este tipo de pólizas, con las que las compañías de seguros los protegen ante situaciones adversas que pongan en peligro sus propiedades. Con ello, no solo protegen su inversión y reducen las cargas financieras que se puedan derivar de imprevistos, sino que también consiguen una mayor tranquilidad y estabilidad en su negocio de alquiler de viviendas.

Los seguros de alquiler funcionan de un modo similar a otros seguros. Aunque los pueden contratar también los inquilinos, normalmente son los propietarios los que pagan una prima mensual o anual para protegerse ante riesgos de impago o daños en la propiedad.

Estas primas serán más o menos elevadas en función de los escenarios que se deseen proteger y de las cantidades que se quieran cubrir. Estos factores incluyen, principalmente, las características del inmueble o el perfil económico de los inquilinos y condicionan las compensaciones que se reciben en caso de que sea necesario ejecutar las coberturas.

El seguro por impago de alquiler no es un seguro obligatorio según la LAU. Esto quiere decir que su contratación es completamente voluntaria y depende directamente del acuerdo privado al que lleguen el propietario y el inquilino. En otras palabras, el seguro por impago de alquiler lo pueden pagar tanto los propietarios como los inquilinos, según lo establezcan en su contrato de alquiler.

Lo que no puede hacer el propietario es obligar al inquilino a pagar este seguro de impago de alquiler, ni siquiera a pagar una parte de él. Pero el propietario siempre puede incluir la contratación del seguro como requisito para alquilar su vivienda. Si se da este caso, es probable que entre los demás requisitos para alquilar el piso no se incluyan meses de garantía adicional además de la fianza, ya que los gastos que tendría que asumir el inquilino para acceder a la vivienda de alquiler podrían resultar demasiado elevados.

Los seguros de impago del alquiler cubren las mensualidades que el inquilino deja de pagar. Estos casos se suelen dar durante procesos de desahucio, cuando el inquilino no está de acuerdo con la resolución del contrato de alquiler. Pero también se pueden dar cuando el inquilino lleva unos meses sin pagar y el propietario decide iniciar el proceso de desalojo de la vivienda.

Normalmente, los seguros por impago de alquiler cubren un periodo de entre seis y dieciocho meses. Es decir, si el seguro está contratado por un periodo de seis meses, serán seis las mensualidades impagadas que el seguro cubrirá.

Pero, además de esto, los seguros por impago de alquiler también pueden cubrir otros escenarios, como los siguientes:

• Las reclamaciones por daños y desperfectos en el inmueble. Esto suele incluir los daños en el continente y, en el caso de que sea propiedad del arrendatario, también los daños en el contenido. En ocasiones, los seguros también pueden incluir el pago de los gastos para afrontar las reparaciones de dichos daños y desperfectos.
• La asistencia jurídica que corresponda a la hora de solventar las dudas y los problemas que pueda tener el propietario en su relación con los inquilinos. Esto puede incluir las gestiones para reclamar los meses impagados al inquilino o para iniciar los trámites de desahucio.
• Otros gastos derivados de las acciones de los inquilinos y que no deberían corresponder al propietario, como los gastos de cerrajero en el caso de que haya que intervenir en una cerradura o cambiarla, o los gastos de limpieza en el supuesto de que los inquilinos no hayan cuidado la vivienda de un modo adecuado.

Principalmente, los requisitos de los seguros de alquiler son para los inquilinos, relacionados con cuestiones económicas que acrediten su solvencia.

Para ello, las aseguradoras suelen requerir documentos como las últimas nóminas y los contratos laborales para los profesionales que estén contratados por cuenta ajena. En cuanto a los autónomos, los documentos que pueden solicitar son las últimas declaraciones de la renta o de los pagos trimestrales de IVA e IRPF. Por último, si los inquilinos son pensionistas, la aseguradora comprobará cuáles son los ingresos de los que disponen para valorar su solvencia a la hora de afrontar el alquiler.

En términos generales, se estima que las compañías de seguros no suelen admitir la póliza si la mensualidad por el alquiler supera el 40% de los ingresos de los inquilinos, pero el lado positivo es que, si se superan estos filtros, los inquilinos no tendrán necesidad de presentar un aval para garantizar sus futuros pagos.

El precio de los seguros de alquiler depende de muchos factores, como las mensualidades pactadas entre propietarios e inquilinos, la solvencia de estos últimos o el periodo por el que se contrate.

Como norma general, se estima que la póliza supone entre un 3% y un 5% del coste anual del alquiler. Por lo tanto, si la suma de las doce rentas es de 10.000€, la póliza del seguro supondrá entre 300 y 500€.

Dado que los tomadores de la póliza suelen ser los propietarios de la vivienda, en muchas ocasiones prorratean esta cantidad en doce meses y la añaden a la mensualidad, para así ahorrarse el pago del seguro y repercutirlo en los inquilinos.

En resumen, los seguros de alquiler te brindan una capa adicional de seguridad financiera y te otorgan una mayor tranquilidad y estabilidad en el mundo del alquiler de propiedades. Esperamos que con la información contenida en este artículo puedas entender mejor qué son y cómo funcionan estos seguros, y así tomar decisiones informadas para proteger tu inversión y garantizar un flujo constante de ingresos, incluso en situaciones adversas.

De todas maneras, es conveniente recordar que la cobertura puede variar según la compañía de seguros y la póliza, por lo que te recomendamos encarecidamente que leas los términos y condiciones de tu contrato con detenimiento antes de firmarlo. Una vez que lo tengas, podrás publicar un anuncio de tu vivienda de alquiler en una web como HousingAnywhere con total tranquilidad.

Este es un artículo meramente informativo. Para mayor seguridad, consultar con un abogado especializado o con las autoridades competentes.